Una rosa como el corazón.

Una rosa como el corazón.

martes, 1 de septiembre de 2009

Manicomnio.


Vivimos ante un mundo de hipócritas materialistas… egos de cada uno, desterrados a la violencia y el placer. Enfermos esclavos de un mundo de dos caras… peones de un teatro fantasma que destruye sus mentes en un nivel subconsciente. La cordura de cada uno salvo la realidad de la muerte. Vivimos… desenfocados del pensamiento, cazadores del deseo, asesinos de nuestra consciencia.

Cada uno de ellos se burla de los demás… de los que no pretenden aparentar personas que no son y que no pretenden vivir como algo que no los identifica. Todos los sentimientos que regocijamos en la vida, son fruto de la naturaleza humana y son lo que en verdad sentimos.

Mi vida nunca fue algo anormal, nunca acepte psicológicamente a las personas que en algún momento de mi vida me di cuenta de que eran estupidos e incoherentes mentalmente. Pero no es tan fácil. Me arrepiento de haberlo hecho, pero, lamentablemente era la única solución.

Tuve que ceder mi consciencia a una esclavizad de mentiras, solo para no desaparecer de la vista de cualquiera y así sentirme mas solo de lo que estaba. Mi adolescencia transcurrió como cualquier otra… claro, siempre y cuando mantengamos por hecho que en el fondo de cada uno, solo buscamos amor, o a veces solo soledad.

¿Para que escribo? Es y fue siempre alfo que desee que alguien interpretara. Es algo sentimental y… metafórico, que es difícil de comprender o a veces razonar y mucho más de describir. Porque, no es solo lo que siento en mis experiencias de vida lo que me inspira a relatar mis historias, sino que pueden ser causas, condiciones indeterminadas.

La consciencia es alfo sin forma… es algo incorpóreo, que resulta del razonamiento y la coherencia. Es algo que transforma y moldea nuestro ser, dando lugar a raras y enfermizas sensaciones, llamadas sentimientos. Resuelve nuestra forma de pensar, e identifica nuestra vida, dando sentido y objeto a todo lo que hacemos y a todo lo que pensamos.

Sobrevivir en sociedad es una rara forma de adherir nuestra mente a un conjunto abstracto de ideas paranoicas, irreales, incoherentes y paranormales. Como pétalos… flores, en un inmenso árbol inexistente y solitario… de a poco se ven caer… cada flor, cada pétalo.

Como miles de almas, que buscan un escape a la incoherencia, pero ven que a su ritmo encuentran solo algo que a ellas les complace mas que una salida.

Nos pudrimos como frutos que desaparecen, no habrá ningún rastro de su existencia. Solo cenizas. Si a esto pertenezco… a esta cárcel inmensa que alberga tristeza y locura, prefiero buscar una salida, prefiero mantener el anhelo de una vida mejor en mí.




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