Cuantas veces sentimos en la vida, miseria... que se nos viene el mundo abajo por perder la única oportunidad que encontramos de conseguir algo, de poder lograr nuestros deseos. Quizá como una estación de trenes, cada pasajero espera su vagón con paciencia infinita y dolorosa, un vagón que pasara una sola vez, esperara, y se ira si nadie lo aborda. Un gran árbol verde en plena primavera, el cual sostiene una inmensidad de pequeñas hojas. Nunca llego el otoño... las hojas solo caen como un pensamiento indiferente en una reunión.
Cada uno piensa diferente, cada mente vive experiencias distintas, cada uno creara su propia psicología y utilizara su propia filosofía. Quizá los escritores sean persona que ven la verdadera cara de la vida, que escriben sobre sus experiencias, retorciéndolas, y solo ellos supieran postularse indiferentemente a la sociedad.
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