Fortaleza Imperfecta

Nadie nace fuerte.
La fortaleza no se hereda.
La fortaleza se adquiere.
Sin embargo, aquel experto en el arte de la fortaleza palidece,
puede tropezar inesperadamente con la añoranza, otra vez.

La fortaleza nos invita a viajar.
Y aun la misma fortaleza nos engaña al hacerlo,
puesto que el sol logra apagarse sorpresivamente,
luego del suspiro más largo.

La fortaleza es ello que elegimos al pensar en el futuro,
dejando nuestro presente en manos de la espera.
Un futuro ilusorio, que corazonadas incansables logran dibujar,
con tanta certeza, con tanto color.

Pero la fortaleza nunca traicionó al amor.
Se erige como el manto más acogedor para su propósito;
Dar nueva vida a cada hoja en un gran árbol.

Lo que vale la pena, creo, es poder volver a ser fuertes.
Es aquella una puerta que nunca cerrará con llave,
que nos invita a seguir aprendiendo.
Una puerta hecha de un tipo de madera diferente según la persona.

Sumergido en el océano, fuerte, intento respirar.
Su color, su textura, su aroma, y su ser,
son los verdaderos cautivantes de mi voluntad.
Y siento que cada día crece más mi deseo por volver a verla.