Una rosa como el corazón.

Una rosa como el corazón.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Paraguas

No todos los poemas de amor son sobre su lado bueno.
No todos lo bueno permanece de esa forma fuera de un poema.
Sufrir por amor es apostar por felicidad.
Apostar por felicidad es noble, es una decisión.
Sufrir por amor es aun más noble, y no es una decisión.

Existen historias de perdedores en ello,
aquellos quienes fueron devastados por el destino.
Por cada una de esas historias existen cien de ganadores,
aquellos cuya voluntad detuvo al martillo,
cuya fuerza detuvo y giró al río.


Es inevitablemente lluvia que no elegimos,
gotas que nunca vimos, las que enfrentamos,
con las cuales aprender a convivir se vuelve condición.
Y elegir no mojarse es una doble decisión.

Quizá pueda ahora resumir mi sentimiento en una pregunta...
¿Quieres pasar la tormenta bajo el paraguas conmigo?

Para Antonella Orlando

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