La historia de Armin y Dante es susurrada una y
otra vez cada día. Su vida y su forma de ser son distintas y, sin embargo,
danzan a la par, pintados en miles de cuadros de un museo cuya extensión no
puede medirse. Armin y Dante son hermanos, protagonistas en la vida de todo ser
humano, aun que ello se ignore naturalmente. Hermanos que han entrado en
conflicto muchas veces, y que lo seguirán haciendo, consecuencia eventual de la
esencia de cada uno.
Armin
suele sorprenderse cuando encuentra en su camino una gema nueva que, además,
produce un sonido placentero al chocarla contra su pecho. Presta especial
atención a una sola de esas gemas por vez, ya que, de chocar dos al mismo
tiempo, tendría que dejar de caminar, lo que, se sabe, lo mataría. Sus gustos
sobre el sonido de las gemas pueden cambiar, pero lo que más caracteriza a
Armin no es eso, sino el hecho de que haga sonar cada gema hasta el día en que
su sonido melódico, dinámico, ya no le agrade, o simplemente deje de sonar.
Dante no
es como Armin, él no presta atención al sonido de las gemas, sino a su color y
forma. Admira las gemas desde la distancia entre sus ojos y el suelo y, de vez
en cuando, toma una para sentirla entre sus manos. Algunas veces no quiere
soltar esas gemas, otra veces solo las acaricia y admira por un momento breve.
Aquello que más caracteriza a Dante es el hecho de que sus gustos no cambian.
Es sabido que éstos nacen en su infancia, pero no tan sabido que los mismos
nunca cambien. Pero existe otro detalle que diferencia a Dante de Armin...
Dante puede admirar varias gemas al mismo tiempo, puede admirarlas mientras
acaricia a otra, o querer acariciar a todas las que admira.
Alguna
vez se creyó que Armin y Dante eran uno solo. Esa creencia se enseñó a otros, y
esos otros lo enseñaron a otros. Pero ambos transitan diferentes caminos.
Aunque sí pueden interesarse ambos en la misma gema al mismo tiempo. Cuando
ésto ocurre el susurro de la historia se vuelve tenue, lento, y se une a otro
susurro de otra historia, formando una melodía única, de duración inexacta,
impredescible. Otros enseñan que Armin es más importante que Dante, o al revés.
Cuando eso ocurre las melodías de susurros en pareja viven juntos por poco
tiempo.
Armin y Dante luchan incansablemente para mostrarse
como importantes por igual, luchan por seguir caminando al mismo ritmo, pero
por su propia ruta. Si la historia original de Armin y Dante se olvida el
susurro que vuelve a revivirla puede nunca encontrar a su pareja. Es su
naturaleza, pero no todo el mundo lo sabe.
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