Una rosa como el corazón.

Una rosa como el corazón.

miércoles, 13 de abril de 2011

Algo pasó, pero nadie lo supo.

La situación era algo extraña. Sin embargo, no disgustaba a ninguno de los dos. Inconscientemente tornaban su mirada al otro, durante 1 o 2 segundos, y seguían en lo suyo. El no la conocía, ni ella a el, pero las miradas nunca cesaron.
Los pocos mechones de un rubio claro que sobresaltaban su cabello, llamaban la atención de el chico; Él se caracterizaba por su altura. Ellos apenas sabían que el otro existía, no llevaban ningún tipo de amistad, no porque no se deseara, era solo otro capricho del destino. Concurrían a la misma institución de educación secundaria, a la misma clase.
Con el pasar del tiempo, ellos continuaron interconectando casualmente sus miradas, inocentemente, sabiendo de alguna forma que no era solo coincidencia.
Nadie conoce la verdadera historia, solo se sabe el principio y el final. A este punto, ellos poseen una edad de entre veinte y veinticinco años, solteros, no se ven hace ya seis años, y poseen casi la misma forma de ver el mundo.
Las personas llendo de un punto a otro, otras comprando golosinas, el turbio sonido del despegar de los aviones que se repetía cada quince minutos aproximados. Él acababa de comprar su viaje, y ella terminaba su turno de trabajo como encargada del equipaje. Luego de seis años, vuelven a cruzar inocentemente la mirada. Él se acerca, y dubitativamente decide hablarle.
-Tú...-
-Sí, nos conocemos. Hola.-
-Hola. Así que, trabajas aquí.-
-Si, me encargo del equipaje.-
-Yo...-
-Yo tampoco, lo deseo tanto como tú.-
Ella se abalanza sobre el cuerpo de el, y rompe la tensión con un beso. Sorprendido, pero a punto de llorar de alegría, agrega.
-¿Gustas un Café...?-

Fin

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