Una rosa como el corazón.

Una rosa como el corazón.

sábado, 24 de marzo de 2012

Perfectamente imperfecto.

Me he sorprendido de cuanto ha cambiado mi forma de sentirme desde aquel día. Mi cabeza ya no trabaja como antes, ahora todo se resuelve a una velocidad impresionante. Mi corazón ya no puede dominar a mi mente durante largos lapsos de tiempo. De alguna manera, inexplicable, supere aquello. Mi mente automatizo el uso de su lógica y sentido común sobre los efectos de los sentimientos, reduciendo su duración, y así pudiendo mantener al alma en paz por tanto tiempo, que he llegado a olvidar lo que realmente me hace feliz. Este proceso se desenvuelve tan rápido que, como antes mencione, me sorprende cada vez que la ocasión lo demuestra. Sin embargo, librarse tan fácilmente de la tristeza, o el enojo, tiene sus costos. Realmente no entiendo a que juega mi mente.

Un corazón puede ser noble, fuerte, fiel, sincero, tan sincero que al perder lo que mas aprecia, sin el ser el culpable, la herida se hace mas profunda. A veces no importa cuan profunda sea, al final siempre cicatrizara, lo extraño son sus secuelas. Sea cualquiera la situación, solo existen dos sensaciones que el corazón experimenta al volver a tener cerca aquello que una vez perdió.


-Realmente no me importa, ya no me interesa su vida, me da igual-

¿Cuánto tiempo dura el dolor?

¿Cuánto dura el resentimiento cuando la herida no puede cicatrizar?

Lo ocultamos para intentar sanarnos.


-No lo entiendo, aunque creo que pude superarlo-

¿Cuánto tiempo voy a extrañarla?

¿Qué es aquella sensación que estremece a mi corazón cada vez que me acerco casualmente a ella?

Desearía no poseer esta cicatriz, para que mis ojos puedan volver a verla como era.

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